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Todavía en la cama, oímos el ruído que hacen los cascos de los caballos al pisar el asfalto, en sus intenciones de situarse estratégicamente a lo largo del recorrido, e inmediatamente nos levantamos para contemplar el espectáculo que supone ver como se sueltan dos toros desde los corrales y ayudados por los cabestros llegan hasta los corrales del tentadereo que está en el Prado de la Vega, junto al Parque Josefina |