Después de un agradable paseo desde la calle Pozo Tapia, llegamos a la plaza de toros, donde esperamos 30 minutos a que abrieran las taquillas para comprar las entradas. Poco a poco fueron llegando quienes serían los que íbamos a presenciar el desenjaule.

La noche estaba fresca, se hizo necesario utilizar una prenda de manga larga, con ella fuimos capaces de presenciar el espectáculo sin necesidad de otras.

El primer toro fué grande y bonito, impresionaba su estampa, salió al ruedo a las 0:40 m. nos lo hizo pasar bien hasta que a la 1:26 atado a una maroma y forzándole desde atrás entró por donde había salido. Pudimos disfrutar de unos buenos cortes relizados por los mozos.

Unos minutos después, a la 1:31 salió el segundo toro, un poco parado y despistado por la ilumnación de la plaza, también un poco más pequeño pero ágil y bravo.Embestía a todo trapo que le ponían desde los burladeros y se dejó hacer algunos buenos cortes. A la 1:53 de forma casi voluntaria entró en los corrales y dimos por terminado el festejo.

No podíamos olvidarnos que a las 4:00 h. estaba previsto la suelta de dos vacas en el recorrido de los encierros por la calle.